viernes, 3 de enero de 2014

Al principio en el Edén no había muerte.

Al principio, cuando Dios creó al ser humano, este era vegetariano al igual que todos los animales:
Génesis 1:29-30

29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así.

Fue luego del pecado y la rebelión del Hombre contra Dios que las cosas cambiaron, Dios le dijo al Hombre: “Maldita será la tierra por tu causa, con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.”

Génesis 3:17-19

17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.
18 Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.
19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.

Fue recién luego del Diluvio que Dios permitió tanto al Hombre como a los animales alimentarse de carne animal:

Génesis 9:3


Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo.”


Maximiliano Castagnino.